Inicie con un lápiz y un cuaderno (como ahora) dibuje seguí dibujando y tiempo después los lápices se convirtieron en sprays y las hojas de los cuadernos en las paredes de la ciudad. Bajo el seudónimo de Fotoz o Fhotoz experimente muchas emociones, desde sentir la adrenalina al estar pintando una barda, camión, puente, lo que se atravesara en mi camino y después la satisfacción de ver plasmado mi "nombre", y  las menos, que era sentir la angustia de ser correteado (perseguido) por policías para después ser agarrado y revisado hasta las muelas mientras me apuntaban con un arma; lo que seguía era de rutina, ofrecer una cantidad de dinero (dependiendo que tanto los había hecho correr era el tamaño del refresco) pero nada que no se pudiera resolver y como dicen "hablando $e entiende la gente". Había otros que no eran tan amistosos y/o estaban de servicio (castigados) así que tenían que cumplir llevando a cierto número de clientes perdón delincuentes a los separos, ahí la cuota cambiaba pero al igual que arriba de una patrulla el lenguaje era el mismo, así que salía de la pequeña jaula y reiniciaba el ciclo, surtirme de dulces en el mercado de la Merced, venderlos, recuperar la inversión y todas las ganancias en aerosoles y de nuevo a pintar.